El tercer piso de este inmueble, por las declaraciones y relatos que han entregado las personas detenidas y conducidas a este lugar, puede considerarse junto con el subterráneo como los espacios más siniestros y brutales donde se aplicaron los más diversos métodos de torturas.
El tercer nivel fue un espacio compartimentado y de difícil ingreso incluso para los efectivos que pertenecían al mismo servicio de inteligencia a cargo del inmueble, que cumplían sus labores en horario continuado día y noche. El tercer piso fue el espacio donde el SIRMA de manera específica hizo uso de los protocolos y metodologías dirigido especialmente hacia las mujeres detenidas considerando que la mayoría de ellas eran hasta ese entonces menores de edad (menos de 21 años) y someterlas a torturas inhumanas. Se puede deducir la presencia en este nivel, de mujeres que formaban parte del SIRMA y que colaboraron activamente con el propósito y funcionalidad, tanto en su desempeño administrativo como operativo.
Este nivel posee 5 habitaciones, hall y un baño.
El personal o agentes de campo permanentes en este nivel no era superior a 8 personas, más la existencia de instalaciones o sala de “enfermería” a cargo del médico responsable de la supervisión de las personas sometidas a torturas en el inmueble.
Se presume la presencia de otros médicos que participaban en el trabajo de tortura del servicio de inteligencia, pero solamente se tiene la certeza de un médico especialista, que es el más reiterado en las declaraciones, ya que supervigilaba las condiciones físicas de las personas detenidas.
Efectivamente existió una sala o habitación donde se realizaban sesiones de hipnosis y otras acciones, como pruebas o experimentos de comportamiento inductivo al ingerir o ser inyectados con medicamentos o líquidos.
El médico tenía además asignada una habitación para su uso exclusivo, interrogar a los detenidos ya sea previa o posteriormente de las sesiones de tortura.
Este piso cuenta con espacios más reducidos que los niveles inferiores con excepción del hall que es amplio como en los otros niveles.
El único acceso o salida al tercer piso es la escalera caracol que, para este edificio será la segunda de similares características.
En el hall que daba acceso a las diferentes habitaciones de este nivel, se dejaban a las personas detenidas en espera para ser conducidas posteriormente a algunas de estas salas. En esos lapsos de tiempo eran sometidas a diversas formas de maltrato sicológico y físico como golpes, patadas o escuchar de las sesiones de tortura que se estaban realizando. Algunas eran sentadas en sillas, otras en el suelo o las mantenían de pie por largo tiempo.
La habitación ingresando a mano izquierda hacia el fondo que tenía mirada al patio interior, era uno de los espacios más brutales ocupados para las sesiones de tortura donde existía una cama metálica y un foco grande para interrogaciones. En esta sala específicamente existían implementos almacenados para torturas como correas, martillos, tenazas, cadenas, alicates, etc. además de una estructura para mantener colgadas por largos lapsos de tiempo a las personas detenidas.
La sala contigua es aquella asignada al médico supervisor de las condiciones físicas de las personas detenidas, esta sala tenía una mesa de escritorio y sillas, más un Kardex.
La habitación que se utilizaba para las pruebas médicas y experimentos es aquella ubicada en la esquina inmediatamente a la izquierda de la entrada por la escalera al tercer nivel. Existía una cama, estantería con fármacos en botellas donde se presume se almacenaba y al mismo tiempo, se suministraba a los torturadores del brebaje amarillento que se obligaba a las personas detenidas ingerir.
La habitación de mayor volumen de espacio era la sala principal para las torturas. Tenía iguales características de la sala existente en el primer piso. Aquí se habilitaron dos parrillas metálicas más dos escritorios con sus respectivas sillas acondicionadas para la aplicación de corriente.
Los medios de aplicación de electricidad parecen confusos, aunque se presume se utilizaba la misma maquinaria que era transportada en todos los niveles de la casa. Cada nivel, entiéndase agentes de campo responsables; debía mantener en condiciones operativas la maquinaria empleada, por lo cual sería válido indicar que las parrillas tenían un sistema de conexión independiente para su uso, igualmente las sillas habilitadas para la utilización de corriente, por lo que se descarta el uso directo del servicio eléctrico del inmueble.
Como se detalló en los niveles inferiores, se ha podido establecer por presunción el uso de citófonos, como el posible modo interno de comunicación.
Este implemento habría estado ubicado cerca de la puerta de acceso a la habitación o sala de mayores dimensiones, estando apostado en la pared. Las ventanas de la habitación estaban cubiertas por cortinas oscuras y en el techo existía iluminación a base de luces fluorescentes.
Finalmente, el baño en este nivel fue un espacio utilizado para el amedrentamiento y la humillación de las personas detenidas ya sea durante el uso para realizar las necesidades biológicas como para el abuso sexual de las mujeres detenidas por parte de sus custodios. El baño contaba con lavamanos, duchas e inodoros.
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