Nivel Segundo Piso

Colón 636

Nivel Segundo Piso

- Hall, Fiscalía, Salas de Careo, Sala de Tortura -

Este espacio era ocupado tanto para sesiones de tortura con careos entre las personas detenidas como también de lugar de descanso para los integrantes del servicio de inteligencia (S.I.R.M.A). 

En este piso estaba alojada la “Fiscalía” propiamente tal donde se habilitó una oficina para los fiscales a cargo de los procesos en contra de las personas acusadas y que derivarían finalmente en los llamados “Consejos de Guerra”, de esta forma los fiscales tanto de la armada y ejercito principalmente, podían realizar sus labores sean estos en proceso de tortura o no. 

Este piso posee 6 habitaciones.  

En la sala donde estaba la sección o departamento jurídico del edificio existía un Kardex, un escritorio, más algunas sillas. Este espacio era destinado a los Fiscales Militares asignados en las investigaciones que se estaban llevando a cabo. 

El movimiento de ingreso o salida de los fiscales persecutores era intermitente ya que su lugar específico de trabajo era en sus oficinas particulares domiciliados en otros lugares de la ciudad o en el recinto de interrogación y tortura conocido como la “Casa del Deportista”, aunque dentro de las declaraciones de las personas detenidas se repite la presencia del Fiscal Naval Walter Radic. 

No se tiene conocimiento si en este lugar preciso se realizaban torturas (FISCALÍA), ya que no existen declaraciones que involucren a este espacio, además resulta difícil que fuera utilizado para ello, producto que la habitación tenía vista directa hacia la avenida Colón.  

La sala posterior a la izquierda, que se orientaba hacia el patio trasero, tenía puertas de madera con vidrios (batientes), era una sala exclusivamente para aplicación de torturas y sesiones de hipnosis. 

Dentro del mobiliario en este espacio, existía una mesa para la toma de declaraciones, máquina de escribir y sillas.  

Los fiscales militares utilizaban este lugar para trabajo de interrogación y tortura de forma específica y directa sobre una persona en particular ya sea por su importancia o su “peligrosidad” establecido por el servicio de inteligencia o la fiscalía persecutora según sea el caso. 

La habitación inmediata, era un espacio vacío sin mobiliario ni artefactos. En ese espacio se ubicaba la guardia o personal de custodia del segundo y tercer nivel del inmueble, para su descanso.  

Se presume que disponía de un medio de comunicación en todos los niveles de la casa donde se aplicaban torturas (subterráneo, sala de nexo, tercer piso, etc…) y dentro de lo que se ha podido establecer como el posible modo interno de comunicación era por medio de citófonos (se presume que este fue el sistema anteriormente usado en el inmueble cuando era hospital naval). 

No se ha podido establecer los lugares precisos donde se ubicaban estos artefactos, pero si se ha recibido testimonio de su existencia y utilización. Aunque no existe ninguna constancia o declaración que lo afirme, se presume el uso de teléfonos como medio de comunicación interno, a diferencia de lo dicho anteriormente, ya que resulta extraño que el principal organismo de inteligencia de la región no tuviera un modo de comunicación con el exterior. También se puede presumir que, la forma de comunicación que disponía el sistema de inteligencia con el exterior de manera habitual, haya sido el uso de instrumentos de banda o radial. 

En la habitación siguiente que daba con vista al sector del patio y entrada de vehículos, disponían de dos escritorios con sillas para interrogatorios y careos.  Finalmente existían dos habitaciones más que cumplían distintas funciones, la primera era una sala amplia que tenía ventanales con cortinas blancas que permitía la vista directamente hacia la avenida Colón.  En este lugar existía un escritorio donde se forzaba o se les obligaba a las personas detenidas a firmar sus declaraciones después de las respectivas sesiones de tortura, algunas veces con la vista vendada o sin venda, ya que la luminosidad de la habitación distorsionaba la vista de las personas y no permitía el reconocimiento de los agentes de campo. 

Esta amplia habitación era la única vía de acceso a una segunda pieza o dormitorio adyacente que se entiende era utilizado como lugar para la alimentación de los victimarios que se encontraban presentes en el inmueble. 

Finalmente, en el espacio donde se encontraba el hall de este piso, existía una segunda escalera caracol que fue reconocida por las personas detenidas que fueron conducidas hasta el tercer piso de este edificio, siendo la única vía de ingreso y salida del nivel superior.

Somos la Agrupación de mujeres presas políticas de Magallanes. Ponemos a disposición de quienes quieran ver y escuchar nuestro relato…
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